martes, 31 de marzo de 2015

La vida secreta de los árboles

   Asistentes: José Gabriel Segarra, Antonio Miñón, Alfonso Martínez, Paco Llorens, Emilio Martínez y Ignacio Fernández Perandones. Ponente: José Gabriel Segarra. Tema: la vida secreta de los árboles
   ¿Ven ustedes este árbol? Parece un tipo muy parado, ahí calladito, sin moverse y sin meterse con nadie… ¡Pues no! El doctor Segarra, durante una agradable velada (esta vez sin whiski), nos convenció (por lo menos, a mí), de que a los árboles hay que tomárselos muy en serio. Yo a partir de ahora, cada vez que vea un árbol, le daré los buenos días y le pasaré la mano por la rama, no vaya a ser que me envíe como recado unos toninos tóxicos de esos, y me fastidie el día. 
   Para empezar, sepan ustedes que, según los últimos estudios, los árboles (excepto el gusto) tienen todos los sentidos. Se defienden con astucia emitiendo sustancias tóxicas que repelen al presunto agresor, sea gusano o pájaro. También, saben idiomas y se entienden entre ellos a la perfección. Y rizando el rizo, poseen, qué cosas, inteligencia a su nivel. 
 Pero Gabriel nos contó, además, su proyecto secreto: ¡repoblar el Sahara español con una buena masa forestal! Resulta que los árboles, si son muchos, atraen la lluvia procedente del océano. No nos quedó claro cuándo y cómo va a llevar a cabo dicho proyecto. Pero, vista la determinación de este Quijote de la ecología, a nadie le quedó duda de que el Sahara será un vergel pasado mañana, o, lo que es lo mismo, dentro de solo 15 siglos. 
   Por último, lo de los pixeles. La variedad cromática que se presenta a nuestra vista en un bosque es semejante a una sinfonía de Mozart. Sonidos, colores, aire, tierra, cielo: Mozart y el Puig Campana: qué bello pensamiento, digno de una página de Miró o de Azorín. 
  La verdad es que, aparte de bromas, sus observaciones fueron la mar de interesantes. Gabriel nos dio una visión del mundo vegetal mucho más dinámica y enriquecedora de la que tiene el común de los mortales. Y eso siempre es de agradecer. Felices vacaciones de Semana Santa: ¡nos veremos a la vuelta!