lunes, 13 de enero de 2014

"Epigenética"

   Asistentes: José Gabriel Segarra (ponente), Nacho Fernández e Ildefonso Mozas. 
   En la sesión de hoy, José Gabriel Segarra, profesor de Biología, trató sobre esta novedosa rama del saber. He aquí lo que ha entendido un pagano en la materia como yo.
   Veamos. Todos los seres humanos tenemos unos dos billones de células. Cada célula tiene su núcleo. En cada núcleo se encuentran 23 pares de cromosomas junto con proteínas varias. Dentro de cada cromosoma se encuentra la cadena del ADN. La cadena de ADN está formada por diferentes genes, donde se encuentra todo el código genético nuestro, desde el último pelo hasta la punta de los pies. Resulta que, en las células que se encuentran en el iris de mi ojo, se activa precisamente el código genético que hace que mis ojos sean “amarronaos”. ¿Y quién activa esos código?: las señoras proteínas. Es decir, en cada ADN de cada una de nuestras células se encuentra todo nuestro código genético, pero en cada parte del cuerpo sólo se descodifican las que son necesarias para esa parte del cuerpo
   ¿Entendido? Pues… atención, aquí viene lo más interesante: si logramos inocular unas enzimas que logren desactivar los genes del ADN de cada núcleo de cada una de las células que pueblan mi iris, se podría conseguir que, en vez de “amarronaos”, mis ojos fueran, por ejemplo, verde piscina, de tal manera que las noruegas se desmayasen al cruzarse conmigo en nuestras excursiones.
   Esto, la verdad, no estaría mal. Pero si, además, se logran desactivar mis genes de envejecimiento, es posible que llegue a los 80 años siendo un atlético mozo, dispuesto a dejar a Perni y a José Gabriel tirados en la montaña, y eso sí que sería una auténtico puntazo.
  Ahora en serio: con la tal técnica de envolver los genes para que no se activen (“mitelación”, creo que dijo el maestro Segarra) conseguiremos que los síndrome down dejen de serlo, y que mi sobrino diabético pueda tomar helado todos los días sin tener que pincharse. ¡Eso sí que es un puntazo de verdad!
   Ahora solo queda preguntarse lo siguiente: ¿es ciencia ficción, o se pueden lograr resultados a medio plazo?, ¿estamos en el cuento de la lechera, o en los umbrales de una nueva era?
   Difícil saberlo. Yo soy historiador, no profeta. Se admiten comentarios.

1 comentario:

  1. Muy bueno el resumen, entendido. Y yo, ahora, le haría dos preguntas al maestro Segarra:

    1. ¿Se pueden disparar o inhibir esas acciones del ADN de forma espontánea, por accioón de agentes externos?

    2. Una vez tienes los ojos "amarronaos", ¿Se te pueden volver de color verde-piscina? ¿O ya no tienes solución?

    Es una pena que tenga obligaciones familiares la mayoría de lunes por la tarde, y no pueda asistir a vuestra tertulia. Agradezco mucho que te tomes la molestia de mantener este blog, pues es una forma de mantener el contacto con vosotros y con los temas que siempre me han apasionado.

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